Hace unos días leyendo madres en la Internets, me tope con un artículo que a simple vista me pareció relativamente interesante. Hablaba sobre la evolución de las aves. En resumen, el artículo explicaba como en un principio, hace muchos millones de años, todas las aves volaban. Cuando los grandes dinosaurios empezaron a extinguirse, las aves poco a poco se fueron quedando sin depredadores. Por lo tanto se les fueron facilitando sus costumbres de alimentación. Tranquilas, en el suelo, generación tras generación de aves, siguieron comiendo. Cada vez siendo más sedentarias y cada vez atascándose más comida. Llego al punto que algunas aves de plano abandonaron el vuelo porque a) no tenían necesidad y b) estaban muy pinches gordas. Paso el tiempo, y estas aves gordas cocharon con otras aves gordas y mucho tiempo después nació lo que hoy conocemos como la avestruz. Un ave gorda que no puede volar. Evolución, o mas bien des-evolución.
Después de leer este trivial artículo que la verdad no pensé me dejaría mucho más que un poco mas de odio hacia las ridículas avestruces que no estoy muy seguro de porque, pero me caen bien mal las idiotas desde que me acuerdo.
Mientras checaba correos, twits, comentarios en el blog y amigos nuevos en Facebook (cero), pasó algo: sentí como si un avestruz idiota me estuviera mirando directamente a los ojos desde el monitor con sus ojos todos obscuros y pretensiosos. ¡Cuaaac! ¡Cuuuc aaaa! Decía la muy imbécil, y entonces fue cuando conecte los puntos y llegue a una teoría/analogía que me gustariá compartir con ustedes: Nos estamos pareciendo cada vez más a las avestruces.
Lo que quiero decir con esto, es que las redes sociales virtuales están atrofiando nuestras habilidades sociales reales. Aclaro, no quiero decir para nada que ya valió madres, pero si siento que estamos comenzando ese proceso de des-evolución social.
Hace unos 15 años, la gente convivía con gente, cara a cara para casi todo. Si una conversación era aburrida te aguantabas y la soportabas. Si otra conversación estaba incomoda te esforzabas por hacerla amena y trabajabas tus músculos mentales por pasar un rato grato mientras convivías con otras personas haciendo exactamente los mismo. Si un amigo te pedía que le ayudaras a subir un sillón a su depa cara a cara, te daba hueva, pero le ayudabas. Siempre ejercitando esos músculos mentales/sociales con la finalidad de convivir y pasar un buen rato. Te preocupabas por tu lenguaje corporal, tu aliento, tu apariencia, etc. Anticipabas reuniones, pensabas en lo que esta pensando la persona frente a ti, te preocupabas por hacer el esfuerzo. Este tipo de detalles nos mantenían ocupados mentalmente. Anticipábamos reacciones. Todas estas sensaciones muy saludables y sanas.
Ahora. Si alguna vez nos esforzábamos por esquivar "dinosaurios" de momentos incómodos para llegar al preciado "alimento" que es la convivencia humana, en las redes sociales estos dinosaurios están extintos. En Messenger no hay tal cosa como un momento incomodo. Facebook no requiere de ningún tipo de sobre-esfuerzo para amenizar una conversación. En las redes sociales no hay dinosaurios y el alimento es abundante, y poco a poco nos estamos atascando de comida haciéndonos cada vez más flojos, perdiendo al mismo tiempo nuestra habilidad para volar. Nuestra mente no se involucra tanto cuando nos comunicamos de esta manera, dejando huecos en el proceso mental. Ya no anticipamos reacciones inmediatas, ni nos preocupamos por nuestro lenguaje corporal. Dejamos de ejercitar esos músculos que poco a poco se comienzan atrofiar. Si personas con este tipo de atrofia mental empiezan a cochar entre si, y si Darwin no es un pendejo, entonces es solo cuestión de tiempo antes de que nuestras habilidades sociales sean erradicadas casi en su totalidad. Que perdamos noción de nuestra esencia como agiles humanos sociales y nos convirtamos en gordos humanos aislados. Obesos de autosuficiencia y egocentrismo. Fuck that´s deep.
No siento ni creo que estemos ya en el estado avestruz, pero sí creo que estamos comenzando un proceso que en efecto es abundante en beneficios inmediatos, pero que al mismo tiempo nos está haciendo flojos en ciertos aspectos humanos esenciales. Estamos en una etapa de conflicto así como paso hace mucho años cuando había pájaros gordos tirados en el pasto revolcándose en sus M&Ms prehistóricos mientras otros volaban todos sexys por los vientos. No quiero sonar pesimista y e insisto, esta es solo un teoría que tuve mientras divagaba observando el monitor de mi computadora. Una analogía que el día de hoy me hizo perfecto sentido, y que estoy seguro en unos días mas leeré con cara de olor a gato muerto. Pero como digo cada vez que escribo este tipo de posts serio/mamones: Es mi pinche blog.