Con el tema de la muerte por todos lados, ya sea por el Mexicano día de los Muertos o el gringuisimo y lleno de mujeres con trajes diminutos Halloween, sentí que era la perfecta oportunidad para aclarar algunas dudas que me quedaron después de la muy triste partida de el señor Steve Jobs.
Yo siempre me he considerado una persona espiritual. Y no me refiero de esas que van a la iglesia, sino más bien de esas personas que cuando ven una sombra, antes de asumir que fue cualquier persona, animal o cosa terrenal, estoy seguro que lo que vi fue un pinche fantasma de miedo y que te va a jalar los pies con ectoplasma en la noche. En mi mente soy como el niño del sexto sentido, solo que más gordo y con mayor cantidad de vello púbico y con más facilidad de no ver ningún fantasma nunca. Pero yo se que están ahí. Si ahí. ¡Ahí! ¡Uaaaaa!
En fin. Para mí la muerte no necesariamente quiere decir la suspensión de la comunicación entre nosotros y los que han perecido. Es tan solo que se necesitan las herramientas adecuadas para restablecer dicha comunicación. Investigue durante minutos y vi que la Ouija es el instrumento más popular para llevar a cabo platicas con personas que viven en el más allá. Después de 3 semanas de donar todos los fluidos que me fueron legalmente permitidos, junte $55 pesos y me compre una.
La Ouija es básicamente un tablero con el abecedario impreso sobre el cual descansa un pedazo de plástico o madera (el señalador), el cual tiene un hueco o una terminación puntiaguda para especificar letras. Para usarse, dos personas (no necesariamente primos amantes como me explico mi primo Nacho), colocan los dedos índice y medio de ambas manos sobre un extremo del señalador y después Don Fantasma ira guiando letra por letra la pieza hasta formar palabras. Así de fácil. Es un proceso algo lento, pero apremiante.
Una vez con Ouija en mano, nadie me quiso a compaña a tratar de charlar con Steve Jobs ya que al parecer la gente normal no usa Ouijas pero más que nada creo que fue por mi fuerte insistencia en hacer todo el rito semidesnudos para canalizar mejor las energías (algo que estoy casi seguro leí en la Biblia alguna vez, creo).
Cuarzo Anatomico
Ya en mi casa, en calzones y con una botella de whisky la cual decidí agregar al rito por cuestiones dramáticas las cuales aun no sé cómo explicar, prendí dos velas que juntas formaban el número 30, coloque mis dedos sobre la pieza de plástico y con gran ilusión hice la primera pregunta:
- Steve, ¿estás ahí?
Estuve como media botella esperando respuesta pero no hubo tal. Para los que se pregunten ¿pero Adrian, como ingeriste media botella de whisky si nunca debes soltar el señalador de la Ouija? Les contesto lo siguiente: con un popote y poca pena. Al parecer este intento fue un fracaso y nunca hubo respuesta. El tablero término haciendo función de colcha y el señalador de cenicero.
Desilusionado al dia siguiente, con mil dudas a flor de piel, me senté en una banca en el parque (así le digo yo cuando me siento en el escritorio de mi oficina) y jugando con mi iPhone me puse a pensar en el fallido suceso de la noche anterior.
Siendo la persona espiritual que soy sentía esa comezón por comunicarme con Steve, quería saciar esa sed de saber. Quería respuestas. Ansiosamente deslizaba mis dedos sobre la pantalla táctil hasta que llego la epifanía que esperaba:
Una ardilla!
Siendo la persona espiritual que soy sentía esa comezón por comunicarme con Steve, quería saciar esa sed de saber. Quería respuestas. Ansiosamente deslizaba mis dedos sobre la pantalla táctil hasta que llego la epifanía que esperaba:
App Store -- Buscar : Ouija -- Ouja App (gratis por promoción) -- Instalar -- Whisky -- -=- Respuestas
La aplicación del iPhone era mucho más sencilla que la Ouija real. En esta interfaz lo único que hay que hacer es escribir la pregunta y el señalador nos da las respuestas desde el iNframundo. Un método mucho más sencillo, rápido y en el que al parecer la desnudez no es un requisito.
La desnudez no siempre tiene que ser un requisito
El resto del dia se fue volando y en menos de lo que mi esposa me pregunto que íbamos a cenar, yo ya estaba en calzones (concluí que era mejor como sea) tomando whisky con popote. Abrí la aplicación, di un largo sorbo de dulce whisky y una vez mas pregunte:
- Steve, ¿estás ahí?
…
- Hola Adrian, soy Steve Jobs. Me rehusé a abandonar este mundo sin aclarar todas las dudas que tengan los usuarios de Apple con respecto al universo en general. Tu Adrian, eres el primero en contactarme. Quiero aclarar que tengo muy poco de lo que ustedes humanos llaman tiempo disponible por lo que solo podre contestar una de tus preguntas. Jesus me está esperando allá arriba, va a ser mi secretaria.
¡Funciono, era Steve y sabía mi nombre! ¿Quién es Jesus?
No tuve que escoger la pregunta porque desde siempre supe cual era. Las manos me temblaban y el flujo de whisky no paraba de recorrer la delgada tubería de plástico que unía a mi boca con la de la botella. Di el último sorbo y domando mi pulso pregunté:
- Hola Steve. Lo que pasa es que me llego un cargo de la iTunes Store a mi tarjeta de crédito numero 7689 8879 8799 4555 que la verdad creo que está mal. La Butt Pilates App estaba con un 50% y el cargo me llego completo de $24 pesos. ¿Por qué?
No hubo respuesta.
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3 Semanas han pasado desde aquel día. Hoy me llego el estado de cuenta de mi tarjeta numero 7689 8879 8799 4555. El cargo del Butt Pilates App desapareció y ocupando su lugar me aparecio un cargo de $12 pesos por una Ouija App.
Pinche Steve.