Flight of The Conchords es una serie de TV de comedia/musical (no se asusten con lo de musical, sigan leyendo) que tiene la gran virtud de manejar de manera simultánea un humor minimalista y seco junto con el caricaturesco y sobre producido. Yo, desde que vi The Office versión Inglesa (gracias a Pepe cabe mencionar) entendí la trascendencia e impacto que puede tener el humor negro, agrio y penoso-de-ver como el que se manejó en esta serie. A diferencia del humor bien intencionado y genérico como en el que se convirtió con The Office versión gringa (de la cual no me quejo y soy fan), es que este humor obscuro funciona en distintos niveles. Y aunque a veces no estés atacado de la risa, no puedes dejar de ver las situaciones empapadas con defecto humano en las que involucran los personajes principales, con los cuales es inevitable sentirse proyectado de alguna manera u otra. Este proceso de identificación con una tercera persona nos permite relajar ya que entendemos que nuestros defectos nos son únicos y que existen personas mucho peor. Esto nos hace sentir mejor y por lo tanto es humor. Las carcajadas son solo la cereza en cierto tipo de pastel humorístico. A lo que voy con todo esto es que Flight Of The Conchords se las arregla de una manera impecable en combinar los dos tipos de humor.
La historia es bastante simple: Flight Of The Conchords es el nombre de la banda integrada por Bret y Jemanie. Ellos son dos músicos que vienen de Nueva Zelanda para probar su suerte en Nueva York. Ah! y Murray, él es el representante de la banda (y mi personaje favorito). Muy al estilo de Sienfield, no hay mucha historia en cada episodio. Un toquin aquí, conocen a una mujer guapa por allá, otro toquin por aqui y ya. Lo chistoso de la serie son dos cosas: los personajes, tanto los principales como los que van rotando en cada episodio y los musicales. Así es, los musicales.
Los personajes son sutiles pero intrigantes y divertidos. No hay uno que acapare la atención por completo y en vez de eso, se reparten de manera democrática su participación en cada episodio. Situaciones absurdas manejadas con toda la torpeza e ingenuidad del mundo. Bret y Jemaine son a veces demasiado inocentes para NY, pero lo más chiro de la serie es que siempre hay personas humildes y humanas dispuestas a ayudar.
Ahora los musicales. Los musicales son… pues musicales. Siempre hay uno en cada episodio. Pero no son musicales así tal cual. Son más bien parodias de musicales. Ridiculizados y exagerados. Bastante ingeniosos por lo cierto. Yo la verdad nunca he sido de musicales, pero con estos tengo que hacer una completa excepción. Por ejemplo en un episodio, Bret se molesta porque lo corren de la banda, y lo único y mejor que puede hacer es sacar su furia, y que mejor manera hacerlo que con un ochentero baile de furia.
O después de comprar un croissant, una oda a la cultura francesa.
Entonces esto es más o menos el Flight Of The Conchords. Yo me tarde unos 3 episodios en entender bien el tema de la serie, pero después de ahí fueron risas. Por favor tengan muy en cuenta al buen Murray, el representante de la banda. Ese wuey, calladito, calladito es el más chistoso de todos. Denle una oportunidad y bájenla de un torrent (1.descargar 2. descomprimir 3. doble clic o ejecutar) o pídanmela y se las presto. Dejen de ver Two and a Half Men por un rato y nutran su subconsciente con basura nutritiva.
La historia es bastante simple: Flight Of The Conchords es el nombre de la banda integrada por Bret y Jemanie. Ellos son dos músicos que vienen de Nueva Zelanda para probar su suerte en Nueva York. Ah! y Murray, él es el representante de la banda (y mi personaje favorito). Muy al estilo de Sienfield, no hay mucha historia en cada episodio. Un toquin aquí, conocen a una mujer guapa por allá, otro toquin por aqui y ya. Lo chistoso de la serie son dos cosas: los personajes, tanto los principales como los que van rotando en cada episodio y los musicales. Así es, los musicales.
Los personajes son sutiles pero intrigantes y divertidos. No hay uno que acapare la atención por completo y en vez de eso, se reparten de manera democrática su participación en cada episodio. Situaciones absurdas manejadas con toda la torpeza e ingenuidad del mundo. Bret y Jemaine son a veces demasiado inocentes para NY, pero lo más chiro de la serie es que siempre hay personas humildes y humanas dispuestas a ayudar.
Ahora los musicales. Los musicales son… pues musicales. Siempre hay uno en cada episodio. Pero no son musicales así tal cual. Son más bien parodias de musicales. Ridiculizados y exagerados. Bastante ingeniosos por lo cierto. Yo la verdad nunca he sido de musicales, pero con estos tengo que hacer una completa excepción. Por ejemplo en un episodio, Bret se molesta porque lo corren de la banda, y lo único y mejor que puede hacer es sacar su furia, y que mejor manera hacerlo que con un ochentero baile de furia.
O después de comprar un croissant, una oda a la cultura francesa.
Entonces esto es más o menos el Flight Of The Conchords. Yo me tarde unos 3 episodios en entender bien el tema de la serie, pero después de ahí fueron risas. Por favor tengan muy en cuenta al buen Murray, el representante de la banda. Ese wuey, calladito, calladito es el más chistoso de todos. Denle una oportunidad y bájenla de un torrent (1.descargar 2. descomprimir 3. doble clic o ejecutar) o pídanmela y se las presto. Dejen de ver Two and a Half Men por un rato y nutran su subconsciente con basura nutritiva.
2 comments hasta el momento. Dinos qué piensas.
Yo soy fan de los Conchords, no puedo parar de reir con su acento de niu zzziland...
y de Murray!
Prisent.
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