martes, 23 de marzo de 2010

Viajes, fiestas y un tal Juan Sin Miedo

Hace rato que no me aparecía por aquí. En las últimas semanas he sufrido algunos cambios - me bajo por primera vez, llegue a la temible edad de 30 años, y me mude a la Ciudad de México. Así es, ahora este blog estará transmitiendo las noticias más importantes de las 3 metrópolis de México; DF, Monterrey, y Lerdo, Durango.

La verdad es que el DF no está tan gacho. Si está un poco sobrepoblado, en todos lados huele a meados, no pasa un día que no veas a un güey con la camisa del América o de los Pumas, y la promesa del clima perfecto ya no es real, porque en 2 semanas que llevo aquí o tengo frío o calor, pero nunca estoy agusto.


Chale.

Por eso, en la primera oportunidad que tuve me regrese a Monterrey, con la excusa de hacer unos trámites sumamente importantes. Bonita recepción que me dieron con balacera afuera del Tec en pleno Garza Sada, y con caminos bloqueados por toda la ciudad. Eso si, el clima de lujo, como nunca.

Entre los tantos eventos a los que asistí, me llamó la atención algo en particular. En algún momento de la fiesta había desde güeyes de 33 años que parecen de 15, hasta niñas de 15 que parecen de veinti-quiero. Es como si todo un rango de jóvenes contemporáneos quisieran apretujarse en un espacio de 10 años, los eternos 20’s.

A mi no me molestaría en absoluto aparentar unos 5 añitos menos. El hecho de que me vea igual a la foto en mi credencial de elector de hace 12 años no quiere decir que no envejezca, sino que a los 18 ya me veía bastante madreado.

Lo más interesante de la fiesta era un guey que le dicen “Juan Sin Miedo”. Como diría Adrian, no pinches-mames. Que buen apodo. Lo que daría por tener un pinche apodo así, que englobe toda una personalidad, que la gente que me va a conocer ya sepa a lo que se atiene.

La pregunta era obligada, “No mames pinche Juan Sin Miedo, ¿en serio no le tienes miedo a nada?”

- “Bueno si, si le tengo miedo a algo.”


- “¿A que güey?”


- “Temo ser arrogante.”

Juan Sin Miedo

A huevo! No mames, pinche bato vive su apodo al máximo. A mi me dicen Black Pitt y ni negro soy, más bien bastante prieto. Y hablando de prietas, saludos a las chicanas que se dejaron venir de San Antonio, Texas pal esprín breik. Les pregunté que porque si eran mexas hablaban como negras, y me dijeron que nada más hablaban así mamando. Que raro, yo nunca he visto que una vieja mamando pueda hablar. Costumbres gringas.

3 comments hasta el momento. Dinos qué piensas.

z. dijo...

jajajajjaja muuy bien blackie...me gusto...I like...asi que en un mes que llevas en el df escapaste una vez porque ya no aguantabas la gran cd?! crees que aguante 4 años?? que viva juan sin miedo..y su otro nick es "hombre rojo" es guey esta destinado al exito..lo supe desde que lo vi...

ms dijo...

parecera imposible pero la cultura gringa nos esta atrapando... y no lo escribo mamando

Javis dijo...

YO: No mames, Juan, le tienes que tener miedo a algo, a wevo!

JUAN: Ah! Si, claro que hay cosas a las que le tengo miedo...

YO: Como a que?

JUAN: Tengo miedo de ser arrogante...

Aparte de varonil y bien parecido, es humilde y gracioso...
Gracias, Juan "Sin (pinche) Miedo"