jueves, 9 de octubre de 2008

Leyendas Urbanas: Disney y el sexo

Todos hemos escuchado alguna vez de cómo los grandes corporativos nos meten ideas en la cabeza a través de sus productos medáticos. Es una gran teoría de conspiración, donde nosotros somos las víctimas susceptibles a fuertes mensajes que eventualmente nos convertirán en robots babeantes.

En lo particular lo encuentro divertido. Desde los mensajes en la música cuando la tocas al revés, pasando por penes o vaginas escondidas en anuncios publicitarios muy a la Where's Waldo?

Obviamente, una empresa como Disney no se puede quedar atrás. Muchos hemos escuchado los rumores de mensajes subliminales en grandes éxitos taquilleros del emporio del ratón.

En Fluctuat hacen una interesante recopilación de esas leyendas urbanas.


EL REY LEON
Muy probablemente esta es la leyenda más famosa, y que muchos ya hemos escuchado. En la que motas de polvo forman la palabra SEX en el cielo. Recuerdo haber escuchado alguna vez que el equipo de producción alegaba que no era la palabra SEX, si no SFX, haciendo alución al aquipo técnico, algo así como un inside joke. Usteden juzguen:




LA SIRENITA
Esta leyenda causó revuelo ante todas aquellas señoras cuyas púdicas hijas de escasos años adoraban a la mujer cola de pescado. Y no era para menos, nos encontramos ante una erección senil animada:





ALADINO
Esta me parece la leyenda más ridícula de todas. Y es que cuando se habla de mensajes subliminales en audio, me parece lo más cheap que hay. Siempre podremos encontrar similitudes fonéticas entre palabras, siempre podremos encontrar dobles sentidos en oraciones o frases. Es algo así como los mensajes que se escuchan cuando tocas ciertas canciones al revés. A mi punto de vista, algo muy tonto.




BERNARDO Y BIANCA
Esta leyenda siempre me causó impresión. Recuerdo haber leído alguna vez en el periódico sobre esto. Al parecer, en la película Bernardo Y Bianca, en una escena donde la pareja de ratones pasa por un edificio, en una de las ventanas del edificio se alcanza a apreciar una fotografía pornográfica. Recuerdo que incluso el periódico aseguraba que la culpa la tenía un sujeto que muy a la Tyler Durden le gustaba hacer de las suyas en los rieles de las películas, hasta que despedido. Y Disney tuvo que sacar una versión restaurada de la película.