Hola jóvenes. Como están muchachones. Quizá no sepan quien soy. Soy el abuelito de Black Pitt. Mi nieto se fue a la tienda a comprar mis pañales porque ya me cague otra vez. Black Pittito (así le decimos desde chiquito) me dejó encuerado en su oficina y me dijo que me pusiera a leer esta cosa. Jeje, se va a enojar cuando vea que le estoy meando la alfombra.
Pues me da mucho gusto ver lo que los jóvenes de hoy hacen y consideran diversión. Muchas cosas no las entiendo, otras me parecen simplemente absurdas. No me malinterpreten, pero en mis tiempos todo era muy diferente.
Por ejemplo no entiendo esa cosa del Feisbuc. Parece que todo mundo espera al lunes para poner fotos de sus borracheras y escribir comentarios supuestamente chistosos. En mis días, las borracheras duraban 5 o 6 días, y nadie tenía cámaras. Si alguien se atrevía a tomar una foto, le cortábamos las manos y lo violábamos con un gancho. Lo hacíamos mas que nada para proteger la intimidad de los invitados, pero también porque era divertido violar a alguien con un gancho. Esas cosas ya casi no se ven hoy en día.
Después de la fiesta generalmente terminábamos en el hospital escupiendo sangre y con alguna enfermedad venérea. A nadie se le ocurriría hacer un álbum de fotos con todo lo que paso esa semana. Dios, si esas fotos circularan ahora, quizá no dejarían que se me acercaran mis nietas.
Hoy mucha gente se la pasa el día entero en el menseñer, escribiendo tontería y media y riéndose como locos enfrente de un monitor. Lo sé porque es lo que Pittito hace todo el día, escribir pendejadas, leer y cagarse de la risa. Eso y masturbarse.
Ya la gente no sale a caminar en los parques. Les aseguro que pocos saben como esconder la muerte de una prostituta, mucho menos de un gigoló enano. Vaya que lo hice en mis tiempos, y nadie nos enseño, ni lo leímos en algún blogs.
Cuando yo era joven, secuestrábamos y quemábamos autobuses urbanos. Eso era diversión. Para nosotros no había conciertos ni reivs. La música eran las sirenas de las patrullas que nos robábamos. Con 25 centavos que me daba mi padre podían ir al cine porno 2 personas, comprar palomitas y refrescos, y todavía te sobraba para los condones, el pegamento y dos broches para los pezones.
Que tiempos. Muchos de ustedes son producto de esos años maravillosos. Lo puedo ver en su cara de drogadictos y sus cuerpos débiles, probablemente porque no comen suficiente plomo. Pero los veo y recuerdo mis años mozos, y por eso todavía le tengo algo de esperanza a Pittin. Ya llegaron los pañales. Adios.
2 comments hasta el momento. Dinos qué piensas.
El pinche abuelo Pitt es un maldito hijo de puta! Quisiera que fuera mi abuelo maldito hijo de puta.
una vez maderito y yo kisimos robar una patrulla, pero no funciono muy bien, pues maderin iba como chango de jumanji todo contento y a 2 km x hora y nos alcanzaron a bajar, y nos metieron al bote jejejeje... hubiera kerido haber leido este blog antes, tal vez lo hubieramos hecho mejor jijijiji
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