Gracias Limp Bizkit (un pensamiento) (no leer)

Camino al trabajo hoy en la mañana, una hora tarde, me tome la libertad de poner mi iPod en la modalidad de shuffle general y salio Limp Bizkit dos pinches veces. Estamos hablando de alrededor de 40 gigas de música (que me paso Pepe hace poco pero me da hueva entrar en detalles). Como hoy no traigo tanta hueva y tengo ganas de escribir, entrare en detalles. Mi iPod hizo lo que Heath y falleció.

"Why so serious?"

Lo tuve que reformatear y pues por imbécil yo, no tenía mi biblioteca de música respaldada en la compu y pues tuve que acudir a Pepe para que me pasara su música, ya que Pepe es con el que creo tengo mas afinidad musical. Para esto Pepe tiene como 2 gigas de los Cranberries por el amor de Jesus (que como dice J-Lo no cuesta nada). Mientras pasábamos música, Pepe decidió poner una excelente película: Drag Me To Hell. ¡Wuey! A veces se me olvida pero para eso son las películas. Increíble. Es de miedo pero en mal plan. Te ríes pero te asustas al mismo tiempo. Pinche Sam Raimi es un geek de los buenos. Hay una escena en la que la protagonista corta la cuerda que sostiene un yunque amarrado al techo (que no tiene por qué estar ahí) y le cae a la fantasma y le apachurra la cabeza y como que el cerebro y ojos le explotan y le caen a la protagonista en la boca. ¡Ja! Como sea eso no justifican 2 pinches gigas de los Cran-jotos-berries Pepe.

Eso es música, digo arte, digo música, digo arte, digo música, digo arte....

Pero bueno, Limp Bizkit. Ya nadie quiere a Limp Bizkit. “Uy wuey, Limp Biskit se la come, pon a Coldplay”. ¡No mamen! Entiendo que es una onda generacional y no todos pasaron por la etapa Limp Bizkit, pero todos aquellos que lo hicieron y se apenan, vayan tener sexo con un indigente. Yo pase mis mejores años prepatorianos rockeando en el callejón de mi casa con el estero de mi bocho verde, una botella de Smirnoff con aguas quinas, seis amigos (que ya no veo por lo cierto) y mi gorra de los Yankees de 8 pm a 5 am escuchando 78% Limp Bizkit (9% Korn, 5% Pearl Jam, 4% Stone Temple Pilots, 3% Green Day y 1% Praise You de Fat Boy Slim). Wuey, no me apena escribir eso. No ha habido banda que me haya hecho ir a comprar una ornamenta conmemorativa como lo hice con el Limp y la gorra de los Yankees. Mejor aún, háganse la siguiente pregunta: ¿Alguna vez han pensado ir a comprar tampones en honor al cantante de Coldplay? ¿Eh? ¡¿Eh?! Eso pensé.

La sombra cubre la mitad de sus rostros. Eso simboliza. . . la fertilidad en sus trompas de falopio (Disculpen mi evidente incultura e ignorancia fisiológica)

Claro que mucho tiene que ver que cuando sucedió toda la onda Limp Bizkit estaba en prepa. Tenía malditos 18 años. Pensaba como un placostomo (denle al link si no saben) inyectado con vodka. Pero aun así eso no justifica que cuando escuche Faith por primera vez, entendí lo que era hacer un “headbang” hasta que se adormeciera el cuello y amaneciera al día siguiente sin poder voltear la cabeza y mover el tronco entero también. Claro que ya mas o menos echaba buen desmadre con el Molotov, Control Mache y los Ilia Kuriaky pero algo muy particular pasó cuando entro Limp Bizkit.

Gracias Limp Bizkit

Ahora, entiendo que ando crudón y mi subconsciente esta manejando este barco como en un 70%, y que luego cuando relea este post me voy a molestar y golpeare la boca de mi estomago. Me disculpo con aquéllos que tuvieron el valor de leer esto ya que en realidad lo único que sustancioso en este post es la nostalgia. De la buena. Pero es mi (nuestro, perdón Uba y Pepe) blog y los Viernes son mágicos para mi y siempre me siento con ganas de compartir. Más que nada porque quiero que se vaya rápido el día para irme de la oficina, pasar por un doce e irme a mi casa a disfrazarme de padre con una erección descontrolada (mañana es Halloween). Que tengan buen fin de semana.