lunes, 9 de junio de 2008

Operación de ojos

Hace exactamente un mes me operé de los ojos. Desde que recuerdo, había usado lentes. Tenía miopía y astigmatismo. Al despertar, lo primero que buscaba era mis lentes, y no los podía soltar ni un segundo. Tantos años generan hábito, y no puedo decir que sufriera o que me generara algún malestar el usar lentes. Sin embargo, sí tenía que estar checando periodicamente, y cambiar mis armazones conforme estos se fueran desgastando.

¿Por qué me animé a operarme? Bueno, según mi médico, una persona puede disfrutar de una visión sana hasta las 40 años. A partir de esa edad, el tiempo que dures sin usar lentes ya es ganancia. Es decir, perfectamente puedes durar hasta los 50 sin usar lentes, pero si a los 45 años comienzas a tener problemas de vista cansada, es normal.

Tomando esto en cuenta, me animé. Tengo 28 años, lo que quiere decir que me queda un periodo de "vista sana" de 12 años promedio. Todavía estoy en proceso de recuperación. Tengo que usar gotas cada 3 horas, y por la noche se me cansa la vista. Pero en general, la operación fue un éxito.

Soy un poco indeciso al momento de tomar este tipo de decisiones. Y más al tratarse de una inversión de varios miles de pesos. Me enfrenté a varios mitos:

1. La calibración de la máquina es mejor en ciudades grandes. Una amiga me comentó que ella había escuchado que la operación es mejor en una ciudad como Monterrey, ya que las máquinas disponibles aquí en Torreón están calibradas por la misma gente de aquí, mientras que las máquinas utilizadas en Monterrey están calibradas por técnicos especializados "gringos". Le pregunté a varios médicos sobre esta cuestión. La respuesta fue contundente: es una gran falacia. En este tipo de máquinas, así como en otras utilizadas para otros procesos médicos, obviamente se requiere experiencia para poder hacer la calibración. Sin embargo, los médicos me dijeron que no es necesario la participación de un "gringo", ya que generalmente es un proceso de rutina.

2. No siempre quedas con la vista el 100%. Esto, desafortunadamente, es cierto. El proceso de recuperación varía según la persona. Y se puede quedar al 100%, o se puede reducir la graduación significativamente. Teniendo esto en mente al momento de decidirse a operarse, es muy importante, ya que, en ocasiones, el uso de los lentes seguirá siendo necesario tal vez para leer, o de noche, o para estar enfrente de la computadora.

3. No hay estudios conclusivos de los efectos secundarios de este tipo de operaciones. Cierto. De hecho, antes de la operación, firmas un documento en el cual constatas precisamente esto, y que en caso de que haya secuelas, no son responsabilidad ni de la institución ni del médico en cuestión. Existe la posibilidad de que algún día toda aquella persona que se haya operado de los ojos quede ciega, o empieze a ver fantasmas, o comienze a disparar ondas de calor a la Superman. No hay estudios suficientes para poder aseverar que no habrá efectos secundarios...

4. Los médicos que realizan estas operaciones usan anteojos. Esto es algo muy curioso, pero conocí por lo menos a 4 médicos que hacen este tipo de operaciones, y todos usan anteojos. Tuve oportunidad de preguntarle a dos de ellos por qué, uno me contestó que él no era candidato. Y el otro me contestó que porque a su edad eso ya es vanidad. Quién sabe, tal vez los médicos oculten un terrible secreto y no lo quieren compartir..

A un mes de mi operación, me siento bien. Sin embargo no puedo decir que mi visión ya esté recuperada al 100%, y todavía no se si será necesario que use lentes para ciertas cosas. El tiempo lo dirá. Y en cuanto a los efectos secundarios, bueno, me gustaría que de pronto tuviera la habilidad de ver a través de las paredes. Pero veo muy remota esa posibilidad.

Aquí les dejo un video que encontré en youtube, para todos aquellos que quieran ver el proceso real de la operación: