miércoles, 26 de mayo de 2010

3 escenas que me hacen sentir mejor de ser mexicano

Después de escuchar las buenas noticias de Iñarritu en Cannes y de ver el spot que hizo para Nike, no pude negar sentir algo de orgullo de ser mexicano. Un sentimiento casi eliminado en su totalidad gracias a tanta mierda que ha pasado y sigue sucediendo en este país. No quiero entrar en detalles porque estaría entrando otra vez en ese estado de asco y entonces este post no tendría sentido alguno.

A lo que voy es que entre toda esta alberca de composta llamada México, existen todavía muchos aspectos rescatables... algunos aspectos rescatables. Uno de ellos, y yo creo el que más me enorgullece es la cuestión del cine. Entre Iñarritu, Del Toro y Cuaron, han dirigido de las mejores y más trascendentes películas en la historia del cine. Y no hablo de películas de ese tipo artístico/independiente con tomas todas abstractas de payasos sujetando globos mientras lloran con filtro sepia, ni tampoco de esas películas mexicanas donde la actriz que sale en la novela se le ven las boobs mientras hace el sexo con uno de los Bichires. No, hablo de autenticas súper producciones en las que se invirtieron millones de dólares y aun así estos maestros mantuvieron artesanalmente la visión de esculpir autenticas obras de arte apreciadas (¿aclamadas?) por la crítica y el público.

Les quiero compartir 3 escenas de 3 películas clave de estos mundialmente reconocidos y orgullosamente paisanos directores.

Alfonso Cuaron: Children of Men (Escena dentro del carro)

Esta escena ya la había subido alguna vez al blog, y fue parte de lo que me motivo a hacer este post. Aun así, no está de mas admirar el talento que se requiere para realizar en una sola toma semejante escena:



Alejandro G. Iñarritu: Amores Perros (Persecución)

No sé si se acuerden, pero esta es la escena con la que abre la película, y con 2 minutos, el aun desconocido señor Iñarritu dejo bastante claro que esto iba en serio. 10 años después aquí estoy escribiendo este post:



Guillermo del Toro: El Laberinto del Fauno (Criatura blanca come-niños)

Usando la menor cantidad de efectos por computadora, Del Toro nos narra desde el punto de vista de una niña, como la realidad se puede convertir en realismo mágico. Si no fuera por su habilidad plástica de interpretar y plasmar ideas, estas criaturas solo podrían existir en la imaginación: